La lactosa es uno de los principales componentes de la leche y productos lácteos. Es conocida también como el azúcar de la leche y aporta beneficios únicos a nuestra dieta, ya que solo se encuentra en los mamíferos. La lactosa a porta a nuestro cuerpo energía y favorece el desarrollo cerebral, por lo que su consumo es fundamental para los niños.
¿Qué es?
Es un disacárido formado por la unión de una molécula de glucosa y otra de galactosa. Se le define como la azúcar de la leche y sólo se encuentra en la leche de las hembras de los mamíferos.
Fue aislada por primera vez por el físico italiano Fabrizio Bartoletti en el año 1633. Para el año 1700 Lodovico Testi, un farmacéutico veneciano, la recomendaba para aliviar los síntomas de la artritis.
Beneficios de la lactosa
Es muy conocida la importancia de la leche para los niños, pero luego de esta etapa el consumo se reduce hasta que casi el 80% de los adultos evitan su consumo. Sin embargo, la lactosa presente en este producto es fundamental para una vida activa debido a los beneficios que aporta a nuestra salud:
Recuperación
Se utiliza como bebida de recuperación tras la práctica deportiva ya que contiene diferentes tipos de nutrientes que ayudan a recuperar la energía perdida luego de un entrenamiento intenso.
Algunas de las sustancias presentes en la leche contribuyen a la reparación de las células musculares, acelerando así la recuperación de los músculos. Esta propiedad también favorece el incremento de la masa muscular.
Hidratación
Contribuye a la hidratación y a la reposición de los líquidos perdidos luego del esfuerzo físico.
Para el esqueleto
Al fortalecer los huesos puede prevenir el sufrir de lesiones y fracturas.
Energizante
La lactosa es un carbohidrato, es decir, es un nutriente necesario para la energía del cuerpo. Es menos dulce que la sacarosa y por ello es utilizada como fuente de energía en los alimentos para bebés donde el azúcar no es beneficioso.
Tiene un índice glucémico muy bajo y su absorción es lenta, por lo que no eleva rápidamente los niveles de glucosa en la sangre.
Para el sistema digestivo
En nuestro intestino contamos con probióticos, bacterias beneficiosas que son esenciales para la digestión. Estas bacterias requieren de los prebióticos para crecer y mantenerse saludables. La lactosa es considerada un prebiótico muy nutritivo para las bacterias.
Por lo general podemos digerir la lactosa gracias a una enzima denominada lactasa. A medida que envejecemos nuestra capacidad para producir esta enzima disminuye provocando que parte de la lactosa alcance las bacterias del intestino, las cuales aprovecharán este azúcar sin digerir para crecer. De esta forma, la lactosa contribuye a mantener una adecuada microflora intestinal.
La lactosa mejora el crecimiento de bacterias como los lactobacilos y detiene el crecimiento de ciertas bacterias patógenas. Por esta razón, el consumo de lactosa incrementa la resistencia a las infecciones estomacales e intestinales.
Optimiza la absorción de minerales
Optimiza la absorción de minerales esenciales (sobre todo zinc, calcio, manganeso y magnesio) y facilita su retención en el cuerpo.
Fuente de galactosa
La lactosa se compone de un azúcar esencial conocido como galactosa. Este nutriente forma parte de los 8 azucares esenciales que requiere nuestra dieta para asegurar el correcto desarrollo celular y el funcionamiento del cuerpo.
La galactosa contribuye con los procesos de control del cuerpo. Es una sustancia estructural para la formación de las células, formando parte de las paredes celulares y la matriz intracelular.
El sistema inmune funciona a través de la galactosa, pues le permite diferenciar los microrganismos patógenos de aquellos que son beneficiosos.
En los niños y bebés este azúcar es fundamental para el desarrollo de la memoria a largo plazo.
Diversos estudios han demostrado que la galactosa tiene la capacidad de inhibir el crecimiento tumoral y detiene su diseminación, o metástasis.
Puede disminuir la inflamación, mejorar la comunicación celular, proteger contra la radiación solar, prevenir el desarrollo de cataratas, acelerar la cicatrización e incrementar la absorción de calcio.
Bajo en calorías
La lactosa es un edulcorante natural y muy bajo en calorías. A diferencia de los edulcorantes comerciales, no presenta efectos perjudiciales para nuestra salud.
A pesar de ser menos dulce que otras azúcares, proporciona mucha más energía.
¿Dónde se encuentra?
Se encuentra en diversos alimentos como la leche líquida y la leche en polvo. También podemos encontrarla en derivados de los lácteos como la mantequilla y el queso.
Puedes encontrarla en los productos lácteos provenientes de la vaca, cabra y oveja.
Intolerancia a la lactosa
Algunas personas son intolerantes a la lactosa. Esto se debe a que carecen de la enzima lactasa necesaria para digerirla.
La mayoría de los mamíferos dejan de producir esta enzima en los primeros meses de vida, no así los humanos y algunas razas de gatos, por esta razón, somos tolerantes a la lactosa.
Las personas con una menor probabilidad de sufrir de intolerancia a la lactosa son aquellas provenientes del norte de Europa y algunas poblaciones de África. El resto de los seres humanos, casi la mayoría, no pueden metabolizar la lactosa y se dice que son intolerantes.
Dependiendo de la cantidad consumida, la intolerancia a la lactosa puede provocar diversos síntomas como distensión abdominal, dolor, diarrea, borborigmos, vómitos y estreñimiento. Esto no produce daños en los intestinos y se trata solo de síntomas transitorios.
Si crees que padeces de intolerancia a la lactosa es recomendable que acudas al médico, porque muchos de sus síntomas pueden deberse a otras enfermedades como la enfermedad celíaca, la enfermedad inflamatoria intestinal, alergia a la leche y el excesivo crecimiento de bacterias instestinales.
¿Es posible superar la intolerancia a la lactosa?
Una persona que padece de deficiencia primaria o permanente de lactasa pueden consumir al menos 12 g de lactosa en cada comida (esta cantidad la contiene una taza de leche) sin experimentar síntomas o presentar solo síntomas muy leves.
La tolerancia a la lactosa se puede incrementar escogiendo leche baja en lactosa, consumiendo leche con otros alimentos o bien, sustituyendo la leche por yogurt y quesos curados. Este consumo controlado puede permitir una adaptación de las bacterias del colon, las cuales contribuirán a descomponer la lactosa y pueden ayudar a incrementar la tolerancia a la misma.
Fuente:
(1) https://es.wikipedia.org/wiki/Lactosa
(2) https://deporteysalud.hola.com/vidadeportiva/20150115/beneficios-de-la-lactosa-en-una-vida-deportiva/
(3) http://alifoodsinternational.com/noticia-5/que-es-y-cuales-son-los-beneficios-de-la-lactosa/
(4) https://paraquesirve.tv/lactosa/