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¿Para qué sirve el fresno?

para que sirve el fresno

El fresno es una hierba muy utilizada para cuidar del hígado y de la piel, para depurar la sangre, aliviar el dolor y evitar la hipertensión. Este árbol puede encontrarse en las zonas templadas de Europa, Asia y América.

¿Qué es?

El fresno tiene por nombre científico Fraxinus excelsior L y es un árbol que pertenece a la familia de las oleáceas. Es originario del norte de África y se ha extendido a las zonas templadas de Europa, América y Asia.

Entre sus características tenemos:

  • Su copa tiene forma ovalada.
  • Puede sobrepasar los 30 metros de altura.
  • Su madera es útil para ebanistería y se utiliza para hacer hachas, bastones y raquetas.
  • Sus hojas, corteza y frutos se emplean con fines medicinales.

Componentes activos

En la corteza del fresno podemos encontrar fitosterina, manita, alcohol cerílico, glucósido  fraxinita, entre otras sustancias. En las hojas podemos encontrar manita, inosita, quercitrina, ácido málico libre, malato cácico, dextrosa, vitaminas C y P, taninos, azúcares, sales minerales y otras  sustancias.

¿Para qué sirve?

El fresno tiene múltiples usos y destaca por su diversidad de aplicaciones medicinales:

Para el sistema digestivo

Es útil para combatir el mal aliento y el sangrado de encías debido a sus propiedades astringentes. Solo debes masticar unas hojas de fresno para mantener el aliento fresco y evitar el sangrado de encías.

También es muy útil para tratar problemas digestivos como las diarreas. Tiene la capacidad de eliminar los parásitos intestinales.

Es útil para mantener sanos la vesícula y el hígado. Además, tiene propiedades laxantes que contribuyen a combatir el estreñimiento.

Para la mala circulación

Las sustancias que componen el fresno protegen las vías circulatorias, mejoran la circulación al incrementar la flexibilidad y dilatación de los vasos sanguíneos. Esto garantiza una mayor fluidez en la sangre, evitando la pesadez en las piernas, la aparición de varices y hemorroides.

Esta propiedad también contribuye a prevenir y aliviar la hipertensión.

El fresno tiene la capacidad de depurar toxinas de la sangre.

Para la retención de líquidos

El fresno es un diurético natural. Evita la retención de líquidos siendo muy recomendado en casos de hidropesía (acumulación de líquidos en tejidos o cavidades del cuerpo).

Como incrementa la frecuencia y la cantidad de micción, también contribuye a mantener limpio el sistema urinario, previniendo enfermedades renales, tales como cistitis o uretritis. Tiene la capacidad de ayudarnos a eliminar cálculos renales.

Su poder diurético elimina toxinas del organismo, el cual, combinado con sus propiedades hepatoprotectoras, hacen de fresno una planta sin comparación para prevenir problemas de hígado.

Para las articulaciones

Al fresno se le atribuyen propiedades antiinflamatorias. El aceite esencial de fresno puede desinflamar y calmar el dolor en las articulaciones, en los músculos y tendones. Incluso puede aliviar el dolor y la inflamación en caso de tendinitis o esguinces.

Para la piel

Las propiedades de esta planta favorecen la salud de la piel. Es un excelente tratamiento natural para el acné y la psoriasis. También fomenta la desinflamación de la piel causada por algún tipo de dermatitis y la hidrata en profundidad.

Se recomienda en caso de forúnculos, heridas y eccemas.

Para las infecciones

En el caso del resfriado común y la gripe se recomienda para reducir los síntomas de ambos, pues tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas. También es un excelente remedio para bajar la fiebre.

En caso de heridas en la piel, fomenta su cicatrización y evita que se infecten.

¿Cómo se consume?

El fresno puede ser consumido como infusión, aplicado como aceite esencial, como cataplasma o puede ser masticado.

Las hojas tienen propiedades purgantes, alivian el reumatismo y la gota. Las semillas se recomiendan como diurético y febrífugo, la corteza pulverizada es un tónico cardiaco, antiescorbútico y febrífugo. Los frutos pulverizados son útiles para la artritis.

Para el reumatismo: Se prepara un cocimiento de 30 g de fresno en un litro de agua. Se le añade menta y pimienta. Se recomienda tomar dos tazas al día, por la mañana y la noche, durante un mes.

Para la fiebre: Debes hervir 50 g de corteza en un litro de agua. Este preparado se debe consumir durante el día.

Purgante: En una taza de agua pones a hervir 15 g de hojas de fresno. Deja reposar 15 minutos, cuela, endulza y consume rápidamente.

Para la artritis y la gota: Se recomienda el vino de fresno.  Deja hervir por 20 min 50 g de hojas frescas en 400 ml de vino blanco. Deja enfriar y añade 600 ml del mismo vino. Deja reposar unas horas, fíltralo y vértelo en una botella. Debes consumir dos vasitos al día con las comidas.

Para la halitosis y las encías: Mastica lentamente una hoja fresca de fresno.

Para la hidropesía y el artritismo: Mezcla 50 g de semillas de fresno pulverizadas, 15 ml de goma arábiga, 400 g de azúcar y 500 cc de agua. Hierve y cuela. Guarda este jarabe en una botella bien cerrada. Consume dos copitas al día.

Diurético, para el reumatismo y la gota: Agrega una  cucharada de hojas de fresno en 250 cc de agua  fría. Calienta hasta la ebullición, deja al fuego por 3 minutos, retira y cuela. Deja enfriar, endulza y consume templado. Toma tres tazas al día para fomentar la micción. Si padeces de reumatismo y gota, con dos tazas es suficiente.

Contraindicaciones

No existen demasiadas contraindicaciones para el consumo de fresno, pero en ciertas ocasiones no es recomendable:

  • Embarazo y lactancia.
  • Si excedes la dosis diaria puede causar náuseas y vómitos.
  • No se debe usar por tiempo prolongado.

Fuente:

(1) https://www.ecoagricultor.com/propiedades-medicinales-fresno/
(2) http://multiplantas.com/propiedades-del-fresno/
(3) https://www.dieteticaferrer.com/blogs/tussegundosdereflexion/para-que-sirve-el-fresno-propiedades